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miércoles, 30 de noviembre de 2011

Eso no lo dudo....pero él no es el hombre de la mía...

Cenando con dos amigas me han  contado una historia sin desperdicio, de las que todavía son historias.

Os cuento mi amiga hace un par de años se enamoró de un Italiano, ella tenía los pies en el suelo y siempre pensó que no pasaría de un rollico, pero fue  a más; le conocieron sus padres, se quedó en su casa, caía bien,  y tuvieron una historia sólida, una bonita historia, él trabajaba en Barcelona;  inteligente, guapo, con metas, la historia prometía, pero mi amiga siempre guardaba el as de la desconfianza en la manga. Era italiano, sinvergüenza y machista, lo tenía todo, pero mi amiga estaba enamorada, esas cosas pasan chico...y le pasó con el menos indicado.

Finalmente rompen. El se instala en Barcelona, luego Valencia, le propone que se marche con él, ella entiende que dejar su vida, por muy enamorada que estuviera, con el curriculum que él procesaba, era jugar a un corredor que a priori, perdería, y mi amiga era demasiado sensata para apostar. Él se marcha y lo lógico;  un desfile de novias, de mujeres que desea que vivan con él, en fin la historia de todos los días, ellos siguen siendo amigos, a veces se lían...llega un momento,  la llama- vente...ya no estoy con Emma, -que me da igual, -contesta ella, -se ha acabado, son amigos pero Silvia, que digamos es el nombre elegido para mi amiga, decidió hace un tiempo ya no acostarse con él, ni liarse, dejarse de homenajes que la hacían recordar sentimientos que no deseaba...en fin y con esas están cuando la vuelve a llamar...

"Hey Ragazza, guapa, verás tengo una triste noticia-. Le cuenta desde el otro lado del hilo telefónico-.Me tengo que ir a Italia, y no volveré en cinco años...(Italia país de la Unión Europea...), en fin, tenemos que despedirnos, chiquilla, necesito verte antes de partir....

Mi amiga sabedora de que un sinvergüenza es un sinvergüenza, le dice ¿de verdad te vas?
"Que sí...¿me crees capaz de decirte algo así?...
Mi amiga empieza a dudar...no puede ser tan mezquino.
Anda vente el fin de semana, lo pasamos juntos, nos despedimos...
MI amiga cede en su interior, pero no se lo dice, sigue guardando un as bajo la manga..
A los dos días la llama..."Oye que no era verdad, que no me voy....-Pero me apetece tanto verte...
Mi amiga le cuelga el teléfono...

(Saquen sus conclusiones, yo las omito, vale pensar que mi amiga es una fiera en la cama....

Yo con la mezcla de sensatez, romanticismo y socarrona como soy...le he dicho...
....eres la mujer de su vida...
Mi amiga digna y cabreada me ha contestado...ESO NO LO DUDO....PERO ÉL NO ES EL HOMBRE DE LA MÍA...
-.Las cartas están en la mesa...mientras vivimos....Jueguen su partida...

Pd; Mataré y no es en sentido figurado, a cualquier sinvergüenza, sin sentimientos ni escrúpulos, que copien por haberlo escrito éste modus operanti, no tengo nada en contra de los sinvergüenzas, de hecho me caen bien, tengo muchos amigos que lo son, y me río y divierto con ellos. Pero quiero que piensen que nadie les pide que se involucren más de lo que pueden, ni que amen más de lo que desean, pero que aprendan a escuchar un no, y no lo vean como un reto, sólo es una sentencia ante su falta de responsabilidad con los sentimientos.

martes, 29 de noviembre de 2011

Caperucita Roja.


Cuenta María Luisa la de Cuenca, una gran mujer, vecina en Macisvenda y en cuya casa pasé mi infancia.

Mi madre enseñó a sus hijas a dar puntadas, a coser tímidamente, a cambio de que ellas me enseñaran el arte de leer, de amar los libros, mi madre capaz de copiar cualquier modelo de alta costura, se negó a enseñar a su única hija a enhebrar una aguja, siempre que yo cosía era para mi madre un anatema, algo prohibido, en mi casa podían haber 10 personas aprendiendo, pero para mi madre,  ver a su hija con un paño en la mano, era una distracción pasajera, un pasatiempo sin importancia, sin embargo me envía con María Luisa, a su casa, antigua como la mía, de esas viejas familias que lo fueron, cuando la tierra daba el fruto que ahora despreciamos, su casa era antigua, olía a tiempos pasados, pero estaba llena de libros  y libros, aún en muchas de mis lecturas, marcho relajada a aquella silla y mesa, y desde ahí recreo las escenas que cuentan los libros.

  Mi madre me enviaba, porque quería que despertaran en mí, esa parte, que ella al haber renunciado a estudiar, había descartado de su personalidad, pero sabedora que yo la tenía, o simplemente porque la anhelaba, hizo que junto con mis juegos y diversión, con asaltar el patio hasta que no existía el sol, pasara mañanas y tardes en aquella casa, leyendo con voracidad, escuchando historias, de la abuela Doña Gregoria, nacida en la época de mi bisabuela y maestra, con ella siempre en verano estaban su hija y las nietas, allí se respiraba la sabiduría que mi madre, intrépida deseaba que yo atrapara, como si fuese portadora de los mejores deseos de mi alma...

María Luisa, que ahora estará llegando a los ochenta,  con sus ojos azules, y la sabiduría de conocerme desde siempre, cuando me ve, siempre sonriendo, siempre cantando, siempre viviendo, me mira, se fija en mí  y me cuenta;

 "Subías toda la calle arriba, eras tan pequeña que ni se te veía, menuda y risueña, y cantabas....

     - Tratalara la a rla rita...llevo la comidita....-Eras como caperucita con su cestita...

Yo sonrío, pienso que Caperucita ya está lejos, ahora soy adulta, pero me gusta la anécdota que Maria Luisa me cuenta...yo no me veía ni escuchaba, yo era yo, y una niña sólo puede y debe cantar y reír, sin más.

¿Sigue la caperucita mamá? ¿Existe todavía en la adulta, la encuentras con treinta y muchos años?.

Continúa invencible, continúa cantando. Verás hija, hoy  cuando iba al gimnasio, me sorprendí cantando y sonriendo, y me observé y miré, que bella vi a caperucita, que belleza la de llegar al lugar-blanco, donde sonríes-. Me acordé de María Luisa, de la tierra que se nos presta para caminar, para respirar, teniendo la certeza de que la abandonaremos y sólo elegimos cómo pisarla, qué pensamientos verterle...

Conocí una triste historia, alguien perdió el norte, la cabeza hizo   "chasss". Y me puse triste, y volví a recordar que la mejor opción es la de la alegría que nos sale de dentro, del fondo del corazón.

¿ Y tú ahora?

Volví son momentos, instantes que te colapsas, que la Caperucita pierde fuerza, pero si perseveras vuelve a aparecer, vuelve a brillar alto en tu interior. A veces los acontecimientos nos entristecen, pero si perseveras, sis aguantas, si piensas que pasará la alegría vuelve, y te soprendes cantando por la calle sin más.

Cuando volvía del gimnasio, alguien me preguntó, ¿Pero tienes objetivo?...¿tienes motivación?...Por supuesto, la vida, y vivirla, yo estoy enamorada de la vida...

Estas de vuelta Esther...Irrumpió la abuela desde el lugar sin nombre.

¿Apagarías la vela?

Ya no la encendería Santa, ya no. Volví hace tiempo, ahora vivo los frutos de mi retorno.

Sabes lo mejor ante esa pregunta fue mi sensación-, por supuesto, mi objetivo ES LA VIDA...y no importa si lo perdemos, sólo debe ser momentáneo, no importa lo que nos suceda mientras, si siempre rebuscamos a caperucita, si siempre acabamos cantando y teniendo un objetivo, una motivación, por la vida no se puede pasar sin ello, y lo que sí que es una solemne tontería, es pensar que el objetivo sólo lo constituyen unos hijos y un matrimonio con dinero, un trabajo que te lleve a ser millonario o un crucero perpetúo en las BAHAMAS, el objetivo eres tú que recorres éstas líneas, son las personas que te rodean y tu relación con ellas, el objetivo es cantar y llorar, es sentir y detestar...es sentir...sólo eso.

-. Se la dedico a María Luisa la de Cuenca, por la niñez que pasé en su casa, por La gotita de agua, y la Familia Gallete, los libros que nos regalaron a mi hermano y a mí como premio a nuestra afición. Pero sobre todo se la dedico a la percepción de María Luisa, al ver a mi Caperucita, tan escondida a los ojos de las personas que lo ven todo negro, se lo dedico porque la vio, la admiró y me lo contó para que yo no me olvidara de ella...Y NO LA DEJARA MORIR EN EL BAUL DE LOS RECUERDOS...

lunes, 21 de noviembre de 2011

El Malecón y la Catedral


Pintura del Gran PIntor Murcia Zacarias Cerezo.



EL MALECÓN Y LA CATEDRAL, EL MATRIMONIO MÁS DURADERO ENTRE LOS MURCIANOS.

Con la venia maestro, me permito poner tímidas letras en ésta bella imagen.

El Paseo del Malecón, significa para los murcianos, el pulmón, la respiración, es esparcimiento, el contacto con una huerta que perdieron, en pos de una civilización.

Tras dejar el Almudí, el viejo pósito que guardaba el grano que les alimentaba en momentos de crisis, cuando las mismas eran hambrunas, y no crisis de "dejar de tener...", llegas al Malecón; grande, habitado, insonorizado...del ruido de vehículos, una vez que te alejas de la autopista que lo cruza.

Los que pasamos el día sentados en nuestras sillas, en los insignes trabajos, lo cruzamos al atardecer, corriendo, lo recorremos hasta una estatua que a veces, ingenuos, agotados pensamos que se mueve para reírse de nuestra voluntad.  Llegamos a ella, la miramos, la atravesamos con nuestras piernas y brazos, y sentimos el aliento del que llegará a la meta, que no es otra cosa, que los minutos que tarda en hacer el insigne recorrido, la estatua nos mira, nos bendice y callada nos recuerda que nos espera, junto a ella un gran árbol, testigo del paso del tiempo, y de los murcianos...del gran Murciano que todos llevamos dentro.
Sigues el recorrido, una curva, otra, los naranjos, la leña, los edificios, las gentes, las señoras que se cuentan cómo hacen el cocido y ponen a parir a la vecina, los señores que buscan su autoestima y salud en esa carrera, los quinceañeros y quinceañeras que se pavonean, las chicas que absortas buscamos un cuerpo mejor y una salud de hierro, los chicos que además de sentirse bien, se miran el obligo queriendo olvidar el paso del tiempo....

Y el Malecón, sigue ahí, tiene vida propia y nos sonríe, nos recibe y nos sonríe...te sientes tan bien, no existe; parque, circuito, pista de atletismo que te iguale, porque tú Malecón, atraes  y ofreces lo mejor del y al Murciano.

Pero existe un momento clave para el "que corre el Malecón", el que plasma ésta imagen, cuando la ves, imperiosa, reinante, dama de una Ciudad que la adora, cuando ves A LA CATEDRAL, en ese momento, olvidas cada paso que diste, estás al final, lo has conseguido, una vez más, la relación de amor perfecta se ha realizado...Has coronado el Malecón, desde tu torpeza de mortal una vez más....

Y mañana como los perfectos anfitriones, como el mejor de los matrimonios, El Malecón y la Catedral te esperaran...

sábado, 19 de noviembre de 2011

La vida después.



Leí, tal y cómo me recomendó mi gran amiga Maria Luisa Celdrán, La vida después, una novela de Marta Rivera, una escritora que no conocía, y que me ha sorprendido por la cercanía con la que crea personajes, y nos adentra sus dialogos y percepciones, y por ende, con nosotros mismos. La vida depués narra, como continúas cuando la persona que hasta ese momento ha sido más importante en tu vida desaparece...

A menudo, me pregunto cómo afrontamos los distintos escenarios de la vida, mientras mi abuelita vivía, mi gran Santa, me preguntaba y le preguntaba a ella, ¿qué sería de mí cuando ella no estuviera?, entristecida con lágrimas en los ojos, tratando de atajar las respuestas, ella, sin embargo, contraponiendose a mi tristeza,  reía y reía...- Pero si viviré, mas que el culo de un mortero en un barbecho...yo no moriré jamás...me repetía riendo-...¿qué haré Santa?, insitía, -Te casarás y tendrás hijos-. Sentenciaba, (ambas sabiamos que eso no sucedería), cómplices nos abrazámbamos, me daba una tarea, la tarea de la vida, y se quedaba tan pancha...ella sabía que la muerte era tan natural como la vida...

La semana pasada volví a tener el mismo sueño, estoy con mis abuelos, cada vez en un escenario distinto...repito mi mayor temor..."¿Qué sentiré el día que no estéis?, ¿cómo voy a seguir viva?....sólo me miran y sonríen...me despierto...el sueño era tan real...la realidad, es que murieron...y punto...

¿Y qué pasó mamá?....

Que mi Santa no me engañó, seguí viva, fuí feliz, no me casé ni tuve hijos, esa era la coletilla que añadía, porque no hubiera soportado morirse pensando que me dejaba sóla, sólo el pensar que yo seguiría, sólo ese pensamiento le permitió relajarse e irse despacio, aunque le costó demasiado, demasiado abandonarme...

Pero no es de eso de lo quieres hablar....

No, recuerdo esos tres o cuatro años que pasé entre hospitales, sintrón y medicamentos, recuerdo cómo mi Santa gritaba que le dieran priperan, o insitía en llevarse el móvil a la UCI, para llamarme desde allí, para que le dispensara sus medicamentos...recuerdo esos días con nostalgia, de verdad, eran dolorosos, pero era una complicidad especial, cuando cuidas...se despiertan bellas sensaciones, demasiado bellas, y debes vivirlas, sentirlas...recuerdo esos días con la nostalgia de todos los buenos momentos, de los abrazos, besos, y la complicidadddd.....

Pero lo que hoy he recordado, es como me volví a poner en funcionamiento, al principio me costó, engordé...chillé, lloré...caminé sin consuelo....pero al final mi Santa no me engañó, era YO, retomé el lugar que dejé, aquella chiquilla que acababa su carrera, que hacía un master, aquella chiquilla que tenían tanto...tanto...volví al punto de partida, y continúe, y es cierto Santa el dolor no es como el primer día, y continúas, sólo eso.

A veces, cuando miro a las chiquillas de mi edad, cuando las veo perdidas, me dan ganas de cogerlas por los hombros y zarandearlas, pero se que cada uno hace su propio recorrido. No volví a la pista de baile con el corazón roto por ningún  hombre, si no por la vida, que se había acostumbrado en zarandearme, aunque sabía muy bien cómo se vende el bacalao, no arrastraba ninguna historia rocambolesca que abalara mi manifiesta soltería. Cuando las veo perdidas, no puedo evitar preguntarme ¿cuándo perdieron la perspectiva?, ¿cuándo abandonaron sus zapatos?, no yo no, me miré al espejo, me recompuse y recuperé mi inocencia, mis ganas de pasarmelo bien y mi sonrisa, y eso fué lo que me hizo diferente, seguí pisando el mismo camino, el de las sensaciones bellas, el de pedirle todo a la vida, el de comer "migajas" en contadas ocasiones, un escarceo o un romance, nunca podía romper mi "mundo de cristal", no me dejaba zarandear insignemente, y seguía sabiendo que en el horizonte debe existir siempre algo mejor...y aprendí que la batuta, hasta cuando pisaba donde no me gustaba, la batuta la llevaba yo...y que siempre en el horizonte debe existir algo mejor..siempre...

No llegué a los 38 con ninguna historia rocambolesca que permitiera a nadie utilizarme, porque en su momento, volví al punto de partida, retorné donde había dejado el camino, encontré mis zapatos...y sólo continué y me gustó lo que sentí...

¿Qué dirías a quien...?.

Que sólo se vive una vez, y el cristal en el que todos caminamos, que nos mantiene en pie se puede romper...




viernes, 11 de noviembre de 2011

Miedo a la Soledad

Desde niña observé un gran secreto, un gran pensamiento, que entró en cada uno de mis poros, yo lo miraba en silencio, lo analizaba y después comencé a tirar de los hilos, a completar el puzzle, y me dí cuenta de que puse letras, palabras a un pensamiento que había estado observando durante años.- "Los errores que cometes por el miedo a la Soledad, y por la Sociedad y los paradigmas establecidos".

      No existe mayor placer que un abrazo y que te acaricien, no existe nada parecido al tacto de una caricia y del amor. Pero yo observaba esa montaña de pensamiento, y muchas decisiones no se toman sabiendo que lo que más no llena es eso, no nos paramos ni a pensarlo.
        Mamá, estas espesita...


       Y así voy a continuar hija mía.
       La soledad es una pesada losa, pero por temor a ella no podemos tomar la decisión de quedarnos con alguien  a quien no queramos, de quien no estemos enamorados.
      Aprendiste a fuego, la primera esencia, y no sales de ese círculo mamá.


     Pero el problema no es mi círculo de pensamiento, el problema no es que yo sea fuerte, porque no lo soy, soy sabia a la fuerza, y se que cuando sufres un desegaño con una amiga no te buscas una peor, cuando un amigo te falla no te buscas uno que te grite, si un perro te muerde no te compras uno rabioso, y no siempre cuando pierdes algo tienes que sustituirlo para sentirte mejor, ya se que yo estoy en el rollo del fluir, y todo el mundo no me entiende, pero yo últimamente estoy asustada.


       ¿Por qué mamá?.

      Por qué con 20 años, a mis amigos cuando entablaban relaciones les brillaban los ojos, buscaban el sentido a esa relación, buscábamos la magia, unos queriamos viajar, no tener ataduras de hijos, queríamos un mundo sin responsabilidades, pero cuando amábamos, amábamos, y nuestros ojos brillaban, los que querían responsabilidades poco a poco las encontraron, no era un mundo perfecto porque no existe, pero era un mundo de muchas sensatez.

       Miraba el pensamiento, y me asustaba, y entendí lo que nunca debía suponer el argumento de mi vida. No quería llegar así a mi escena final.

     ¿Y cual es?

        Que tras un fracaso sentimental, que cuando alguien no ha cumplido mis expectativas, cuando alguien no me ha amado como yo necesitaba, por el vacío de ese abrazo, por la falta de respeto hacia mi, yo como persona perdida...me fuera con alguien a quien no amara...

      Existirá mayor forma de dolor en esta vida, que vivir con quien no amas?.
       Yo creo que no, y así lo observé como esponja callada.
      ¿Y por qué te asustas?.

      Por que con treinta y ocho años, veo como la soledad crea raras parejas, como mis amigos y amigas,  se unen a gente a la que no aman por formar un hogar o tener hijos, por no estar sólos, y me da miedo, miedo del de verdad, se que es su opción.

       "Se te grabó a fuego Esther"

        Hasta el último de mis poros, y ello me da la alegría, y la felicidad que tengo, no me lamento...pero no me gusta, a veces mirar la vida con treinta y ocho años, yo se que se puede, que no se debe renunciar a ningún instante, que al final moriremos...sólo eso...
    
       No te agobies ni des mayor importancia, - Inquirió la abuela desde el lugar sin nombre-. Siempre han existido personas que se acomodaban y otras que vivían, lo que ves es lo que ha sido siempre, tu corazón cuando late, es tu corazón cuando late.

      No creo que exista nada más doloroso en éste mundo que VIVIR SIN AMOR, perdón rectifico, existe algo infinitamente peor, indescriptible, VIVIR SIN AMAR.


       Mamá, creo que es mejor que tengas la boca cerrada.
   
      Lo sé hija lo se, quiero demasiado a todo el mundo para sólo permitirme el toser, callaré para siempre, pero ello no significa que no reflexione, sabedora del desenlace de la última escena de nuestras  vidas...

     Hasta pronto.





domingo, 6 de noviembre de 2011

Y cuando todo está en silencio....

Cuando llega el inviero, me meto a mi claustro, menos horas de sol, menos trabajo en el patio, menos compartir con los amigos, mas lectura y más chimenea, me paso las tardes noches pensando, yo soy de esas personas que no comprenden como no os preguntáis ¿por qué estamos aquí?, yo me lo pregunto en cada instante, desde los cuatro años aproximadamente trato de enterder la voz que hay dentro de mí...

Se que quien lee mi blog también se lo pregunta, porque los curiosos, los que me juzgan, ya se fueron aburridos. Se que os preguntáis, ¿qué carajo nos pasa por dentro?. ¿qué son los pensamientos?...

Pues bien, os voy a contar la conclusión de éste claustro (que echaba de menos). Los que pensamos, los que sentimos, los que vivimos éste fantástico mundo interior, tenemos un grave problema, y es que al igual como pensamos dejamos que los demás lo hagan, no interferimos, hemos llegado a la conclusión que cada uno es dueño de sus pensamientos. Juzgamos las acciones, por supuesto, damos un abrazo a quien lo necesita, pero no interferimos...

Me he dado cuenta de que ello me ha creado un grave problema, porque los demás si que tratan de interferir en los míos, en mis pensamientos, me convierten en víctima, cuando yo soy feliz, siempre fuí feliz en los ojos de mi Santa,  y con esa premisa crecí, me convierten en super mujer, y yo soy de carne y hueso, me compadecen, y yo odio que me compadezcan, o me envidian y me tienen celos, y eso acaba dañandome. Para continuar conociéndome y saber ¿quien carajo soy?, y ¿qué quiero?, ¿por qué estoy aquí?, no basta con pensar y actuar, con buscar el sendero en el que me siento bien, también necesito que "Cuando las voces malditas callan, cuando todo esté en silencio, nada haya perturbado la bonita relación que tengo conmigo misma.

Pero cuando salga del claustro, de mi "Mundo de Cristal", encontraré a los; que opinan, a los que opinan...son pequeños puñales...

Y cuando todo está en silencio, cuando las voces malditas  callan volamos, sonreimos, existe tanta felicidad en nuestro interior...

NO estas diciendo nada mamá.
Esther al grano, inquirió la abuela desde el lugar sin nombre.

Dejadme...

Os propongo una tarea para ésta semana, vamos a intentarlo, está claro que de las personas que nos dañan sobre manera con sus pensamientos, con sus acciones ya las tenemos lejos, fuera de nuestra esfera, pero esos pequeños chinches, esas pequeñas carcomas, que desde el interior tan vacío, esas personas que son muertos vivientes, y jamás nos enseñan un momento de gloria porque murieron sin saber porqué pero que nos han de rodear, por más que lo pienso llego a esa conclusión, nos han de rodear, esas personas que mañana roeerán nuestras alegría, cuando abran su boca, su amargura, su insensatez....sólo les vamos a sonreír, pensaremos en un momento bello...y continuaremos nuestro camino, que no es otro que el de los bellos pensamientos, cuando me lleven a su "mundo gris", yo ya estaré lejos.

En serio, obviar mis metáforas, pero quedaos con lo real de lo expuesto, no dejemos que los pocos años que tenemos de vida, que éste paso por esta tierra que ni entendemos, nadie nos prive de encontrar el porqué de tantos pensamientos bellos y vivirlos...cuando nos hagan una mueca, nos juzguen por qué no saben sonreír, nos muestren su lado gris, sólo sonreíremos, y nos iremos lejos con nuestra mente, y no se porqué intuyo que cuando hagamos ésto, poco a poco desapareceran en "nuestro propio olvido" que es lo que queremos, para poco a poco crecer más y no desperdiciar nuestra vida...

Siempre te lo dije ESther, no hagas caso de medios días habiendo días entenros...

Santa, no es hacer  caso, es que llegan, opinan y no sé sacarles, tu en cambio estabas tan por encima de todo...¿cómo lo conseguiste?....

Por qué creía en mí Esther, por qué me quería, por qué mi felicidad nunca dependió de nada ni de nadie, era yo en la plenitud de mis pensamientos...es lo que tanto traté de explicarte, que siempre serías tú, pero tenías que entenderlo, y sobre todo, cerrar los canales de opinión, de tristezas de los demás, un día, sin saber cómo, lo conseguirás, que los demás no opinen, y ese día será el que entiendas, que les amas, que siempre estás...pero que no son imprescindibles para tú ser feliz...ese día serás feliz.

Bueno la tarea de la semana es clara, vamos a intentar que las voces de los demás callen y durante una semana al menos, escucharemos la nuestra...y veremos qué pasa...